Ahora vamos a abrir la alta y enseguida nos viene a nariz el olor típico de toda energética clásica y que Red Bull creo hace mucho, muchos años. El sabor, parecido al de todas las low cost, queriendo imitar a la marca antes mencionada, pero con un puntillo dulzón a final de boca que me ha gustado bastante.Contenido en cafeína, lo que suele ser habitual, 30 mg.
¿Me lo planteo como alternativa? A favor, que no está mala, en contra, falta de imaginación, el sabor es archiconocido, y en realidad no es de mis favoritos. Así que vosotros mismos, sí que el precio es más barato, pero comprar un Red Bull no va a suponer una ruina en la economía de nadie.
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