viernes, 17 de noviembre de 2017

KYOKO TÉ VERDE

Muchas veces pensamos que el envase de una bebida es insustancial, que da lo mismo, pero es precisamente el envase lo que hoy me ha hecho girarme y coger esta bebida de té verde. Y es que el envase llama la atención: en vez de una insulsa lata, los fabricantes usan una botella metálica con tapón de rosca ! Una idea genial que permite beber el té cuando uno quiere una vez empezada la botella. 

El envase, metalizado en color plata y verde, el logo bien visible y también en primera fila tres frases: sin azúcar, sin edulcorantes y sin calorías. Advierten que se tome bien frío.
Abro la botella y la cosa comienza bien: huele a té verde, a té verde de verdad.  Me pongo un poco en mi jarra con hielos, el color es de té verde y el sabor... a té verde puro como el de infusiones que a veces me preparo y luego dejo enfriar. Nada que ver con esas pomposas bebidas que se autodenominan de té verde y que no dejan de ser agua, colorantes y añadidos varios con un mínimo porcentaje de té.

A mi me ha gustado mucho, es un contraste muy fuerte con las energéticas que suelo tomar y que, sin embargo, me da los mismos resultados pero con más beneficios. Es un buen chute de energía en forma de teína y cero calorías que, sin duda, se desmarca de lo que hay en el mercado.

Seguro que repetiré.