La verdad es que Fanta ha intentado introducir nuevos sabores en nuestro país pero sin mucho éxito, recuerdo ahora mismo la Fanta de Sandía o la de Mandarina.
Esta, en concreto, es de importación. Como podéis ver la lata es de un color muy atractivo que la diferencia inmediatamente del resto de Fantas y donde vemos muy claro cual es su sabor. Yo normalmente este tipo de refresco lo tomo con hielo, en cubitos o picado, pero esta vez lo llevaba encima en una pequeña excursión que hemos hecho.
El sabor está muy conseguido y no resulta demasiado empalagoso, es diferente a lo convencional y eso lo agradece el paladar. En este caso la lata no iba muy gasificada, yo aborrezco el gas, por lo que no he echado en falta los cubitos ni agitar la bebida como hago en otras ocasiones, no se porque las sodas en España llevan más gas que en otros lugares, no lo entiendo.
¿Para repetir? bueno, no es una soda extraordinaria, pero vale la pena cambiar de sabores de vez en cuando, para mi gusto mucho mejor que otras Fantas exóticas como la de moras.
Pues tiene buena pinta, que pena que aquí no se pueda conseguir. En mi caso probé la de maracuyá en Lisboa, y me pasó como a ti, no me resultó nada empalagosa y sin apenas gas.
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