Es al agua PERRIER de toda la vida con un ligero pero intenso toque a limón, por lo que conserva las mejores cualidades de esta agua (burbuja pequeña, mínimas calorías, cero azúcares...).
A mi me ha gustado por su suavidad y por tener el gas justo, en su punto justo. el sabor está muy conseguido, ya que se abre al final de boca dando una sensación muy refrescante. Otro de los puntos a favor de Perrier es que la botella, con cuatro días abierta, sigue conservando todo el gas y sabor.
Vamos ahora con la SAN PELLEGRINO. Su definición ya es muy diferente: Bebida refrescante con 16 % de zumo de frutas procedente de concentrado. el sabor es delicioso, el tamaño de burbuja perfecto y es muy refrescante con el toque a menta
Resulta un poco más cara que la PERRIER, las dos están por encima de los setenta céntimos, pero la PERRIER va en botella de medio litro y la SAN PELLEGRINO en lata de 33 cl.
Como veis son dos conceptos parecidos, pero muy diferentes, la PERRIER es muy suave, la puedes tomar sola o acompañando una comida, la SAN PELLEGRINO la veo más como refresco, pero un refresco muy diferente a lo que ronda por el mercado. en cuanto a calorías la francesa apenas aporta y la italiana se nos va a 139 kcal por lata, lo que tampoco es una barbaridad.
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