Al abrir la lata noté que el olor no difería de otras bebidas "clásicas" enrgéticas y al echarla en el vaso vi que el color tampoco, por lo que me llevé una pequeña decepción.Al probarla me quedé igual que con la lata azul: ni fu ni fa. Un sabor archiconocido que me hace pensar que todas las low cost , o casi todas, son rellenadas en la misma planta de bebidas y envasadas en latas diferentes.
Por lo tanto no creo que vuelva a pasar por mi nevera. Eso sí, la lata es muy chula.
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