SAMSUNG SYNCMASTER PX2370

Somos una empresa familiar y hace tiempo que llevábamos idea de jubilar nuestros "pequeños " monitores de 14 pulgadas que teníamos en la oficina, entre píxeles muertos y que ya se veían viejos había que tomar una decisión. Después de mirar por internet varias opciones llegamos a la conclusión de que lo que mejor nos quedaría serían unos monitores leds con una buena pantalla, así que nos fuimos una tarde a unos conocidos grandes almacenes de Tarragona donde podíamos ver variedad de modelos, sobre todo verlos físicamente ya que en internet todo parece muy chulo pero la realidad a veces es otra.

Tras enseñarnos varias cosas, entre otras varias pantallas LCD, decidimos seguir con la idea inicial de los LED y nos cogimos dos monitores de este modelo de la casa Samsung, de la que ya tenemos una televisión LED en casa.

Instalarlo fue de lo más sencillo: atornillamos la base a una peana y conectamos cables al ordenador y a la red. Una vez colocados en su sitio, la impresión es muy buena. Su base redonda le da mucha estabilidad, el pie de metacrilato queda chulísimo y además lleva una rótula que nos permite ajustar la posición de la pantalla con un movimiento muy sencillo. La pantalla de 23 pulgadas es espectacular, con su marco fino de color negro y su borde de metacrilato transparente. Los controles quedan a la derecha de la pantalla mirando de frente, en cuanto echas mano los pillas enseguida. El botón de encendido y apagado queda justo debajo del logo de Samsung y basta con deslizar el dedo sobre él para encender o apagar.

Una vez en marcha, lo rpimero fue bajarle el brillo y alejar la pantalla, que sobre todo estos primeros días nos parece enorme, pero ya nos iremos acostumbrando. A efectos prácticos va genial, visualizamos mucho mejor los planos y cuando queremos enseñar fotos de pisos a los clientes se gana mucho en calidad de imagen y parece una tontería pero el hecho de poder girar el monitor de cara al público con una sola mano y sin necesidad de hacer historias es una gran ventaja.

El monitor tiene una pega.....no lleva altavoces, pero bueno, para el trabajo tampoco importa mucho. No hemos instalado el software adicional, con programas interesantes pero no necesarios, de momento.

El precio no fue barato, unos 290 euros, pero creo que ha valido la pena.